domingo, junio 26, 2005

Va, pensiero, sull'ali dorate

En un artista la debilidad es un crimen, cuando es una debilidad que paraliza la imaginacion.
"De Profundis" O.Wilde


Parece que en esta cuadrícula que es nuestro mundo, nuestra cotidiana existencia, el ser (mi ser) representa un punto, una mota de polvo de liviandad extrema que pugna por hacerse un lugar en este trazado geométrico.
La matriz es finita y no queda espacio para insertar a todos, somos demasiados.Además las dimensiones de algunos puntos exceden los propios cuerpos que las contienen ocupando lugares que no les corresponden, contraviniendo de este modo las leyes dictadas por la naturaleza. Sin embargo y a pesar de esos contratiempos duplicamos esfuerzos para no ser expulsados de ese campo gravitacional. Todos queremos tener un lugar, no sabemos bien para qué, ni porqué, si por un designio superior, si por un mandato inconciente, si es para saber de sí (mí) o para no saber y negándolo así evitar el sufrimiento de llegar a saber quién soy o ¿qué soy?
La única forma de sobrevivir en un ambiente con tanta hostilidad- situación que no es extraña dado que el universo se creó violentamente-es fugarse hacia una región en el futuro, si es que se tuvo un pasado pleno de tribulaciones y este presente asfixia como la yperita.
Ilusión y no esperanza, esa sería la respuesta, la esperanza la mantiene a una inactiva, dependiente del armado circunstancial de la trama que tejen los demás, la deja a una paralizada en el verbo esperar; la ilusión es pro-activa, renovable, mutable en el tiempo, candorosa, pariente cercana de la imaginación. Definitivamente mis preferencias tienen un vector que señala hacia lo quimérico, región sin reglas, donde nada está regulado por otra cosa que la determinación de la propia voluntad.
Una vez leí : ¿el azar tendrá sus leyes?
Ojalá que no.

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